Auto evaluación: Mi primer trimestre en la universidad
Tecnologías para el aprendizaje
25/11/18
Querido diario, querido blog:
Empecé mis estudios superiores en el primer período 1819 en la Universidad Metropolitana de Caracas, Venezuela. En este lugar he aprendido muchas cosas, entre ellas: el valor de la amistad, la dedicación del trabajo en equipo, la magia de aprender y enseñar, el deber de prestar atención y organizar las diversas actividades a realizar. Esto de manera general, en realidad podría mencionar más aspectos, pero la entrada no es suficientemente larga para extenderme de tal forma. Sin embargo, mis notas no son las mejores, por motivos ajenos a mi voluntad y por ciertas fallas personales. El próximo trimestre, sé que me irá mucho mejor.
19 de septiembre, antes de entrar a clases de Competencias en Acción. Edificio Eugenio Mendoza Goiticoa, delante del Cambalache del Centro de Estudiantes de Estudios Liberales, en el cual estoy colaborando.
Una de las mejores vistas de la universidad, foto tomada por mí desde la plaza donde está El Samán.
Fotografía tomada en las escaleras frente a los Jardines frente a Corimón el 7 de septiembre; la misma está conformada por estudiantes de Derecho y Estudios Liberales, algunos son nuevo ingreso y otros son parte del centro de estudiantes de ambas carreras.
Decidí cursar Estudios Liberales, así que enfoqué el desarrollo de mis habilidades, destrezas, capacidades, actitudes, aptitudes y rasgos de personalidad en las diversas áreas que la carrera ofrece (filosofía, historia, derecho y economía). Me dediqué a enlazar mis actividades con estas áreas y así reforzar mis conocimientos para todo lo que próximamente aprenderé en la carrera. Sin embargo, aún me queda un trimestre de ciclo básico por cursar (antes de ver materias de carrera), el cual me servirá para reforzar lo aprendido y desarrollar mejor mis competencias personales.
Foto tomada el 21 de septiembre, minutos antes de la presentación oral en Inglés.
Una tarde normal en la sala 24 horas de la Biblioteca Pedro Grases con mis amigos. De izquierda a derecha: Ricardo Gímenez, mi persona y Virginia Torrealba.
Puse en práctica mis técnicas de estudio para aprender mejor. Me reunía con mis amigos a estudiar en las tardes y así realizaba tareas mientras me reía un rato. También devoraba los libros de la Biblioteca Pedro Grases y luego discutía lo leído con mis compañeros o investigaba las asignaciones en los Laboratorios de Ingeniería (o como mis amigos les dicen: El Bunker). También hacía diversos resúmenes de las clases vistas, sobre todo en Lenguaje y Universalidad, de este modo podía entender mejor los diversos temas. Aunque me faltó un poco más de organización entre las agrupaciones, las materias y las actividades extra-escolares.
Imaginario urbano: Desde la ventana, de la mano del maestro Juan María Arroyo. Acompañada por mis amigos, de izquierda a derecha: Génesis Parada, el artista de la exposición, mi persona, Virginia Torrealba y Jesús Timaure.
Taller de mándalas realizado en los Jardines frente a Corimón por parte del Centro de Artes Visuales de la Universidad Metropolitana (CAVUM).
En particular, Tecnologías para el aprendizaje fue una materia que al principio no comprendía. Pero con tiempo y buenos amigos, aprendí a crear mi propio blog y hacer ciertas actividades usando la tecnología creativa. En este orden de ideas, la creatividad, mi mayor competencia, nunca me abandonó en el camino. Así que, de esta asignatura, me llevo una buena impresión, grandes resultados y muchas ganas de seguir redactando. Me agrada la idea de poder mezclar la tecnología con otras áreas y usando la misma de manera adecuada como herramienta intercultural. De este modo, aprendí dos maravillosas lecciones: primero, no se debe juzgar una asignatura por sus actividades y, segundo, todas las asignaturas inscritas merecen dedicación, esfuerzo, compromiso y responsabilidad.
Fotografía tomada mientras estudiaba tranquilamente un viernes en la universidad.
De izquierda a derecha: Marilu Nava, Franco Porcarelli y mi persona, minutos antes de entrar al foro Eugenio Mendoza Goiticoa: liderazgo para construir sociedad.
Para continuar con mi relato, en el transcurso de mi primer trimestre, identifiqué ciertas herramientas personales que debo fortalecer para no afectar mi rendimiento académico en trimestres futuros. Entre los mismos, debo resaltar la organización como arma contra el desorden y el cúmulo de tareas. A eso se le suman las competencias relacionadas con el trabajo en equipo justo y mutuo, como también no dejar las asignaciones para última hora y ocuparse mejor de las parciales. Estos objetivos son planteados para ser desarrollados el próximo trimestre con mi grupo de estudio y así lograr que aprobemos el ciclo básico con mejor promedio.
El Samán, símbolo del estudiante unimetano.
12 de septiembre, en el último piso del Módulo de Aulas 1, a punto de hacer rappel con los muchachos de Rescate UNIMET. De izquierda a derecha: mi persona, Luis Ariza, César Piamo, Giovanni Caraballo y Tomás Blanco.
Frente al CELAUP, saliendo del Auditorio Manoa donde vimos Thor: Ragnarok en apoyo a Arca UNIMET. De izquierda a derecha: mi persona, Virginia Torrealba, Cesár Piamo, Luis Ariza y Génesis Parada.
En este trimestre he podido realizar diversas actividades, como lo son tomar cursos o talleres. También he aprendido de mis asignaturas y ahora sé utilizar las redes sociales como herramientas interculturales. Esto ha cambiado mi opinión sobre la educación en línea y ha roto la burbuja en la que vivía. Tecnologías para el aprendizaje es mi primera materia virtual, en la cual he aprendido muchísimo y he utilizado diversos recursos para expandir mis horizontes de conocimiento sobre esta innovación. Sí, la educación en línea tiene un futuro innovador y creativo, en el cual facilita el aprendizaje de los estudiantes.
Foto tomada una tarde de octubre, alrededor de las 3:00 pm.
Selfie delante de El Samán.
Fuera de este relato como asignación para la materia, debo admitir que fue un trimestre genial. Cada día era una experiencia nueva y un torbellino de emociones que no quería que acabara nunca. Me uní a tres agrupaciones (Debate UNIMET, CAVUM y Radio Unimetana), además de colaborar con las actividades del Centro de Estudiantes de Estudios Liberales, en las cuales aprendí muchas cosas que luego me sirvieron para complementar las clases. Además, no cambiaría por nada del mundo, los ratos que pasaba riéndome con mis amigos. Disfrute mis días en la universidad, cada segundo valió totalmente la pena y aunque pudiera haber hecho las cosas diferentes: no puedo retroceder el tiempo, pero si aprender la lección y mejorar. Si pudiera definir este trimestre en dos palabras, estos serían aprendizaje y enseñanza. Esto y más fue posible, gracias a las personas asombrosas que conocí. Así que dedico estas líneas a mi familia, principalmente a mi padre; a mi tutor, Emilio Marquez; a mis profesores este trimestre: Ariana López (tecnologías para el aprendizaje), Luis Cappellucchi (matemática general), Ofelia Avella (lenguaje y universalidad), Rosalía Moros de Borregales (inglés I) y Ana Díaz (competencias en acción). Por último, pero no menos importante: le agradezco a mis amigos por todo su apoyo y compañía. Gracias a Virginia Torrealba, Marilu Nava, Ricardo Gímenez, Luis Ariza, Franco Porcarelli, Aaron Branch, Andrés Pernía, Isabel Weil, Alejandro Acevedo, Génesis Parada, Manuel Calvo, José Antonio Suárez, Marcelo Gonzales, Tony Cunsolo, entre otros. Muchas gracias por formar parte de algo que se ve diminuto y enrealidad es gigante.
Como broche de oro, cierro mis agradecimientos con César Piamo. Gracias por escuchar mis resúmenes extensos y no aburrirte, por leer todo lo que escribo y corregirme en lo que no suena bien, por siempre estar: gracias.
Como diría Ceratti, gracias totales.
Como digo yo, ¡hasta la próxima entrada!
Sinceramente, espero verlos en otras entradas, probablemente en otros blogs o en tumblr, en otros vídeos por youtube o hasta en wattpad. Que nos motive el arte de escribir y expresarnos, y así conectarnos con los demás para poner en práctica las competencias interculturales que tanto nos hace falta rescatar.
De izquierda a derecha: Alejandro Acevedo, Isabel Weil y mi persona. Un día normal en la universidad.
Después del concierto del Orfeón Universitario, el día 23 de noviembre. De izquierda a derecha: Cam, Virginia, Isabel V., Alejandro, Isabel W. y mi persona.
De izquierda a derecha: mi persona, Virginia y César. Todos presentes en la celebración del aniversario de la Escuela de Idiomas Modernos el día 23 de noviembre.
Con César Piamo el viernes 23 de noviembre, cerca de El Samán.
Miércoles 31 de octubre, de izquierda a derecha: Virginia Torrealba, César Piamo, Ricardo Gímenez, Franco Porcarelli, Luis Ariza y mi persona.
Miembros de CAVUM celebrando Halloween en la universidad el miércoles 31 de octubre.
Con Marilu Nava en uno de los cubículos de la Biblioteca Pedro Grases haciendo tarea.
El 21 de noviembre, minutos antes de la exposición en Inglés, junto a Virginia.
Fotografía de la vista desde La Plaza del Rectorado hacía las nubes.
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